5.7.07

Living in a porn movie



He descubierto una tienda de barrio en mi barrio, pues vaya, toda una novedad. En mi barrio sí, hay algo similar, pero que abre de 10 a 2 y de 5 a 8, por lo que de tienda de barrio tiene poco, pierde toda su función, una tienda de barrio tiene que estar siempre abierta por si un sábado de agosto a las 4 de la tarde te epetece un helado o un huevo frito de gominola, o te quedas sin tabaco a las 11 de la noche. Además el tipo da pinta de hacerle él el agujero a los donuts. Y no con un dedo precisamente.

Pues eso, que hay otra, ayer la descubrí todo feliz, compré pan (me da igual lo que diga mi médico, Fede me ha dejado en herencia un cuarto kilo de jamón y quería un bocata, no lo voy a acompañar con manzana) y para ver si se parecía algo más a una tienda de barrio, se me ocurrió, en mi bendita inocencia, preguntar el horario. Pero en vez de preguntar ¿qué horario de tienda tienes?, me salió un ¿a qué hora cierras?, con lo que la dependienta, rubia, chiquitita, nada espectacular, más bien todo lo contrario, me miró con cara de ¿te crees que por comprarme medio pan ya me vas a bajar las bragas o qué? (sí Nena, sé que tengo que moderar mi lenguaje, pero la cara fue exactamente esa).

En vista de su cara de gata recién parida tuve que reformular mi pregunta, con un ¿qué horario tiene la tienda? explicando a continuación: es que vivo aquí cerca, y siempre me encuentro sin pan o sin coca-cola a las horas más intempestivas y es para saber si bajo o directamente renuncio de por vida a comer bocadillos. Ya parece que bajó la guardia y me dijo el horario de cierre de la tienda (que por cierto no me sirve).

A lo que íbamos, no sé si es que la peña vive en una constante película porno o es que yo vivo en mi mundo y no soy consciente de la posible segunda interpretación de mis expresiones y, especialmente de las de otros (para mí "tu cara me suena" significa tu cara me suena, simplemente, Parra, eres un caliente).